Nuestros sentidos del gusto y el olfato nos dan un gran placer. El gusto nos ayuda a disfrutar los alimentos y las bebidas. El olfato nos permite disfrutar de los aromas y fragancias como las rosas o el café. El gusto y el olfato también nos protegen, haciéndonos saber cuando la comida se ha echado a perder o cuando hay una fuga de gas. Nos dan ganas de comer, asegurando que obtengamos la nutrición que necesitamos.
Las personas con trastornos del gusto pueden saborear cosas que no están allí, es posible que no puedan notar la diferencia en los sabores o que no puedan saborear en absoluto. Las personas con trastornos del olfato pueden perder el sentido del olfato o las cosas pueden oler diferente. Un olor que una vez disfrutaron ahora puede oler mal para ellos.
Muchas enfermedades y lesiones pueden causar trastornos del gusto y el olfato, incluidos resfriados y lesiones en la cabeza. Algunas drogas también pueden afectar el gusto y el olfato. La mayoría de las personas pierden parte de la capacidad de saborear y oler a medida que envejecen. El tratamiento varía, dependiendo del problema y su causa.
NIH: Instituto Nacional sobre la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación
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